jueves, 19 de marzo de 2009

#04 :: 8 / Final de fiesta

Sobre una performance de Guadalupe Neves

André Breton afirma: "la obra de arte sólo tiene valor cuando tiembla de reflejos del futuro". Y el futuro refleja un temblor posible, con acceso restringido para aquellos que pueden pensar en él, porque a la mayoría no les es permitido pensarlo.

Sobre el final de la fiesta de cumpleaños, el ritual de la torta y las velitas. Sólo que esta esta vez, la canción es amarga. Guadalupe Neves, artista, mítica integrante del grupo Almarmada, prepara desde hace tres meses una performance anticipando el horror, ahora instalado en los medios. El viernes 15 de noviembre, en el Segundo encuentro de arte y acción, en la galería Arcimboldo, nos invita a rodear la mesa cubierta con un mantel blanco. Sobre ella apoya con lentitud y en absoluto silencio catorce pequeñas tortas verdes con figuras de niños, modeladas en fantasmal mazapán blanco, con sus nombres, fecha de nacimiento y muerte -en todos los casos por desnutrición- en una pequeña placa, también blanca. Neves enciende las velas con infinita paciencia. Escuchamos la música: un cumpleaños feliz que de ningún modo lo es. Las tortas son repartidas a los concurrentes, acompañadas por pequeñas servilletas con tres frases escritas por la artista: "¿cómo se dice aquello a lo que ni siquiera podemos darle un nombre? / ¿cómo se nombra el sitio adonde van las sombras que se quedaron sin nadie a quien seguir? / ¿cómo se llama cuando el cielo se cierra y la tierra se abre? Algunos de los presentes lloran en silencio. Otros ni siquiera se permiten hacerlo.

Walter Benjamin escribe que las extravagancias y audacias del arte que suelen producirse en estos tiempos -el suyo, el nuestro- corresponden a uno de sus cometidos más importantes: el de provocar una demanda "cuando no ha sonado la hora de su satisfacción plena". Porque muchos aceptan la invitación de la artista y prueban las tortas. Eso sí, de chocolate. Dulces, claro. Para recordarnos, una vez más, que en este país, la Argentina nuestra donde comemos algunos y otros no, seguimos fagocitándonos a nuestros hijos, insatisfechos, engordando nuestras miserias.

W.

No hay comentarios:

Publicar un comentario