jueves, 19 de marzo de 2009

#04 :: 4 / Belleza-paradoja

La belleza es paradojal. Lo es, ante todo, porque hay en la idea de belleza una pretensión de universalidad atravesada por el gusto individual. Esta doble condición1 es abordada por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman en una entrevista recientemente realizada2. Bauman sostiene que la universalidad de la belleza no está en el objeto, sino en la idea de un acuerdo universal: unos argumentan sobre los valores universales; otros ponen a prueba su validez. La belleza, sería, entonces, una cualidad del acontecimiento y no del objeto. Sin embargo, la idea misma de una belleza perfecta también es paradojal. Cuando ésta acontece, tras una larga y dificultosa aproximación, todo cambio se vuelve indeseable3.

La belleza como acontecimiento: una idea que no elude a Burke, quien ha establecido una distinción entre lo bello y lo sublime. Según el pensador inglés (1729-1797), lo bello se funda sobre el placer, pero lo sublime se origina en el dolor. Son la ocuridad, la grandeza, el desorden, el terror y la dificultad las que, suscitando impresiones dolorosas, fluyen hacia lo sublime.

Pero a no preocuparse: en nuestros tiempos de continuos cambios, lo bello es aquí, ahora. Y aparentemente, cultivamos una belleza inocua. Sobre todo cuando preferimos no pensar los modos perversos a través de los que soportamos las profundas alteraciones de nuestra realidad perceptiva, ante la que resultan no sólo escasos, sino también extremadamente rígidos los referentes de la tradición artística y las reflexiones teóricas que nos preceden.

Ciertamente, no sabemos con seguridad qué será bello mañana. Y, por supuesto, constituye otra paradoja el hecho de que el único atributo permanente de la belleza sea la no-permanencia. Volatilidad de aquéllo que no permanece, que se nos impone a través de la valoración del acontecer instantáneo, las lógicas de la voracidad consumista; la belleza concebida como sucesión de exigencias, todas ellas efímeras. Más, mucho. Y mucho. Y más. Por eso afirma Bauman, con acidez: "hoy, la cultura es la habilidad para poder cambiar de tema y posición muy rápidamente". El mandato: no recuerde, olvide.

Notas
1. Estudiada por Kant en su Crítica del Juicio (1790). Kant, Immanuel (1977) Crítica del Juicio. Madrid: Espasa-Calpe.
2. Suplemento Cultura 7 / 12 / 2002, diario Clarín, Buenos Aires.
3. Por ejemplo: "Perfección es un estado en el cual todo cambio sólo puede ser para peor". La frase es de Leone Battista Alberti.

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