jueves, 19 de marzo de 2009

#05 :: 6 / Esa clase de ornitorrincos… / Verónica Devalle

Al amparo de una consigna, se asoma una voluntad fundante. El pre-texto es, casi siempre, todo lo que en su sentido positivo evoca la idea de discernimiento: ejercicio crítico, introspección, búsqueda de invariantes, discriminación, desarrollo lúdico y prospectivo de la forma en el plano, en el espacio y en el tiempo.
Aún en el objeto más híbrido, esa clase de ornitorrincos, productos coyunturales de taller, es factible reconstruir un recorrido, sospechar su derrotero. Ese es el preciso instante en el que recurrimos al mapa, convencidos de la rigurosidad del instrumento.
De todas las cualidades de la cartografía, el pensamiento en escala es sin duda aquello que sigue maravillando al día de hoy, incluso a los hombres que han renegado de su condición moderna, pues ¿Qué es un orden compositivo sin una composición interna?

Así planteadas las cosas, estos objetos se ubican en una extensa y polémica tradición. Aquella que ganó la batalla por el dominio de la forma durante el siglo XX, y que supo separar juicios estéticos, artísticos, técnicos y productivos, cuestionar medularmente su capacidad descriptiva -sospechada siempre de su familiaridad con la prescripción- para proponer un nuevo agrupamiento. De aquella destrucción surge la forma en el diseño.
El recordar la cualidad morfológica de toda forma, no es un mero ejercicio autorreferencial, una tautológica definición de diccionario. Es, por el contrario, recuperar la idea de imposibilidad representativa, tan cercana al universo del diseño en sus versiones más radicales, como al distanciamiento poético.

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